Reencuentro

  Con el tiempo cambian los placeres, una cerveza en la piscina pasa a ser un pan amasado bajo la lluvia, el morderte los labios entre jugueteos ya no es más que cortarme la barba entre lloriqueos, pero la inconformidad hace al escéptico, por lo que estoy hecho de dudas y la opción "llamada en espera" no es la mejor solución. Si un día fuera medio año, estaría a punto de amanecer sin que yo despertará, mas mi cuerpo gozaría arrancado el pasto con pantuflas en los píes. Si medio año fuera un día, hoy en la noche celebraría mis bodas de oro con las estrellas, viajaríamos a Noruega y alojaríamos en el desván de mi cabaña , donde viven los muertos y mueren las cervezas en la piscina. Fue triste cuando me enteré que las estrellas estaban muertas, era como haber vivido en un cementerio y conversar con los desechos, pero es lo que realmente he hecho toda mi vida, sin insultar a los desechos claro está, pues si la vida no tiene techo, ¿Cómo se cubre uno de la lluvia? El mío creo que tiene goteras, pero he ahí el riesgo: Conversar con cadáveres o inundar la vida. A mi me enseñaron de chiquitito a nadar, pero también me enseñaron a pegarle a la pelota con el empeine y por lo que he visto ya no puedo, así que todo queda al azar, palabra bella y poco confiable, si estuviera representada en un cuerpo de mujer, le coquetearía, me la follaría y me abandonaría por no saber pegarle con el empeine al balón o la enamoraría por saber nadar de chiquitito o me abandonaría por usar mucho la palabra "chiquitito". Meterse con la suerte, es cuestión de suerte. Por cuestión de suerte, contesté la llamada en espera, los jugueteos añoraban una mordida de labios, pero yo estaba por cortarme la barba entre lloriqueos, nada que hacer al respecto. 

  Las luces de los cincuenta faros engañan a cualquier navegante cuya canoa vacía se inunde bajo cualquier llovizna. Conversar con muertos te mata, afeitarse en silencio te mata. Esperaré a que la vida se inunde para tomarme una cerveza nadando y que los placeres no cambien. ¿Aló?