domingo, 22 de enero de 2012

La indecisión nos mata.

Hace unos minutos, el espacio que cubren estas palabras, estaba ocupado por frases cliché y un amplio manojo de adjetivos romanticones, pero eso no es lo mio, ni siquiera es lo que se merecen dichas palabras. Solamente volveré a narrarlo bajo un motivo de desahogo y una leve esperanza de que cierta persona lo lea. ¿Que no necesitan explicaciones? Bueno, si es que no lo notas pequeño imbécil, es sólo por destacar el punto de que esta historia no tiene porque ser de amor, si no lo fue, no tiene porque tener palabras lindas, si no las hubieron prácticamente y la única puta y maldita razón es porque la tengo guardada en la garganta y mis dedos piden a gritos que la expulse, eso es todo maldita sea...

Ya esta bien, no tengo porque ponerme así, perdónenme, es que  tengo demasiada rabia acumulada o la verdad, nosé si es rabia, quizás es un poco de lástima, pero no por mí, sino por ella, ¿O por mí también?  Si, yo creo que por mí también, si al fin y al cabo yo soy el supuesto "despechado" y entre comillas porque sabía que iba a venir esto, era tan obvio, pero no, el muy hueon cayó igual en su juego de indecisión... ¿Su juego? ¿Porqué su juego? Si la culpa es mía, acabo de decir que era tan obvio. Si la mina lleva como 1 mes con el cuento del ex y yo el hueon esperando y esperando. ¿O quizás, en el fondo de mí, me había dado cuenta que iba por otro lado? Si creo que era eso... ¿Creo que era eso? Yo sabía perfectamente que era eso. ¡El mundo entero sabía que entre yo y ella no iba a pasar nada más! ¡Hasta mi subconsciente lo sabía!, pero no, yo, el irascible de mierda, tenía que ir y terminar todo, si sé que la paso bien con ella, pero mi maldito problema es que depende del día, depende de la situación, para saber con que ojos mirarla, de repente con ojos amigables, de repente con ojos de amor ¿Porqué cresta justo el día que me dice que quiere volver con el ex la mire con ojos de amor? ... Espera...¿La mire?¿Cómo mirarla? No la veo como hace 2 semanas y estoy hablando de mirarla... Bueno... Debe ser porque aún tengo la imagen de cuando la veía con ojos de amor ¿O no? ... Cuando veía su sonrisa eterna y sus ojos de arcoiris, cuando hablaba de ella en el idioma de las rosas, cuando al caminar me sonreían las flores y las mariposas... Ya, nada más, dije que era sin frases cliché, aunque ahora que lo pienso, si son necesarios, pero bueno, el orgullo me ganó ¿O todavía hay tiempo?... Daaahgg, si ella no fuese tan indecisa nada de esto seria un historia.

En fin, comenzaré a contar la historia...

martes, 10 de enero de 2012

Se me fue de las manos.

- Como todas las tardes de mi extendida vagancia, me encontraba exáctamente desde las 8 de la tarde sentado encima del respaldo de la banca (Como odio sentarme como debe uno sentarse) fumando unos de mis cigarros etérnamente tóxicos y rancios, pero que a kilómetros, su brillante cajetilla aparenta una fineza que sólamente es considerada aquello por la maldita costumbre de nuestra sociedad de sobrevalorar lo extranjero, como si el hecho de cruzar la cordillera nos atribuyera una inteligencia extrémamente exagerada. Lo dicho tampoco fue una arenga de patriotismo, ni nada por estilo, lo bueno es bueno, sea de Inglaterra o sea de Zimbawe. Tampoco me refiero a Zimbawe con un ánimo de racismo, ni de burla, ni de decir "Ah porque son negros, son pobres y hacen las cosas mal", símplemente es por dar un ejemplo de algún país menos conocido por el individuo común, de hecho, creo que soy un admirador de aquella raza, ¡Que cuerpazos de las mujeres aquellas! ¡Que envidia la facilidad de parecer estatua griega de aquellos!. Alguna vez me interesó jugar basquetbol, pero los ví jugar a ellos y mis aspiraciones murieron. Alguna vez me interesó ser velocista, los ví correr (En realidad nosé si los ví porque, que manera de correr esos hombres) y mi interés se derrumbó. Alguna vez me gustaron las mujeres rubias, pero las ví a ellas y mis parámetros de belleza cambiaron. En verdad, nosé de que parámetros hablo, si finalmente, con este calor desértico que hay, las mujeres andan vestidas de tal forma que no saben cuanto les agradecemos, sea rubia, peliroja, castaña, morena, calva, sin cabeza, si está vestida ligera de ropa, me va a gustar igual, aunque físicamente hablando, porque, aunque caiga en el cliché del amor, este depende casi totálmente del interior y digo "casi" porque también hay que tener algo de gusto estético, pero sin caer en el exceso, para no parecerse a las empresas de hoy en día que preferencían la estética ante la calidad o el gobierno en sus campañas...

- Señor, Ud. me iba a contar de como murió su esposa.

-Ahh, eso, no nada, la atropello un trén por salir arrancando de un oso con rabia, en fín, como te decía, el gobierno...

miércoles, 4 de enero de 2012

Nose si es tu cara o son tus nalgas.

- Tanto tiempo, mujer, ¿Qué ha sido de tu vida?
- Disculpa, ¿Te conozco?
- Tengo las axilas sudadas y una cerveza en mi mano, le dije con una sonrisita imbécil, ¿Realmente no te acuerdas?
- La verdad, no y por lo que me dices, es imposible que te conozca.
- ... Emm, bueno... no importa, ¡Mándale saludos a él!
- ¿Qué? ¿A quién? ¿Quién cresta eres, por dios?

La miré, le sonreí, me rasqué la nuca, tomé un sorbo, respiré profundo, prendí un cigarro, estornudé, la volví a mirar y no me pude aguantar la carcajada.

- ¿De que ries tanto, enfermo?
- De ti.

Al decir eso, sentí la ráfaga de viento que impulsó su mano con la intención de cachetearme, pero estalló en llanto y me abrazó con una fuerza descomunálmente melancólica. De cerca le vi sus gastados pómulos con zurcos ya formados para acarrear el caudal de lágrimas...

- De alguna u otra forma, siempre se rien de mi... siempre, ¡Siempre!. Me agarran pa'l hueveo, me dejan en una inseguridad de mierda, todos se ríen y me atacan... ¿Que mierda les he hecho?

Ese fue el climax de mi risa, exploté, mientras lloraba y se me apretaba la guata de tanta carcajada, si hasta los esfínteres se me estaban relajando. No aguanté más estar ahí, me tuve que arrancar, necesitaba correr.

Comenzé a correr, mientras me seguía riendo, recorrí varias cuadras mientras la gente se espantaba con mi risa, llegué hasta un puente y esta no paraba, fue tanta la risa que, imagínate, hasta en la morgue me dijieron que mi rostro todavia conservaba la sonrisa de oreja a oreja. Increible ¿No cierto?...